Contemplar el paisaje
Contemplarlo sin tregua, sin tiempo, sin mañana
Contemplarlo hasta que se te deshagan los ojos de mirar
Hasta que no quede nada entre tú y el paisaje.
Contemplar el paisaje
Contemplarlo desde los abismos, desde lo profundo
Contemplarlo sin concesiones, radicalmente
Desde la totalidad que te habita, desde tu nada.
Contemplar el paisaje
Hasta que la luz atraviese tu carne transparente
Hasta que el viento pueda soplar la flauta de tus huesos
Hasta que todo lo que creíste ser se vuelva polvo en el aire.
Contemplar el paisaje
Contemplarlo hasta que el paisaje te contemple a ti
Contemplarte desde el paisaje
Hasta que tu forma se extinga y tu alma grite y cante de gozo.
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