A veces he amado con hambre. Y eso no es Amor.
. . .
I
Extendió los manteles
de su avidez sobre mi mesa
muerta y en nombre de su grande
indestructible amor
fue destruyéndome
mientras contrito yo de mí lloraba
un llanto tenue, azul y solitario
bajo la sombra oscura
de ningún otro amor.
II
Él te devora a ti, tú
me devoras, yo
te devoraríame a vosotros mientras
un muerto inacabable nos devora
que abre feliz autófagas sus fauces.
III
Y cuidadosamente puso
sobre la flor sin fin de mi cadáver
su inalterable luz
oh muerte,
dónde está tu victoria.
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I
Extendió los manteles
de su avidez sobre mi mesa
muerta y en nombre de su grande
indestructible amor
fue destruyéndome
mientras contrito yo de mí lloraba
un llanto tenue, azul y solitario
bajo la sombra oscura
de ningún otro amor.
II
Él te devora a ti, tú
me devoras, yo
te devoraríame a vosotros mientras
un muerto inacabable nos devora
que abre feliz autófagas sus fauces.
III
Y cuidadosamente puso
sobre la flor sin fin de mi cadáver
su inalterable luz
oh muerte,
dónde está tu victoria.
Jose Angel Valente.
Tres devoraciones (de Material Memoria)
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